¿Qué tiene de extraordinario, como dice Jesucristo, o qué chiste tiene, como decimos nosotros:

° amar al cónyuge todo comprensión, todo amabilidad, todo servicialidad y abnegación?
° ser amables con los compañeros de trabajo que son simpáticos y a “todo dar”?
° ¿prestarle a aquella persona que sabemos que nos pagará con toda puntualidad?
° ¿prestar nuestros servicios profesionales a quienes pueden pagar por ellos?
° ¿hablar bien de los que nos elogian?
° ¿hacerle un favor a aquel que algún día puede hacérnoslo a nosotros?

El chiste es:
° ampliar los límites de nuestro amor a los que no son tan buenos, simpáticos, comprensivos
° querer a los demás sin intereses comerciales o de otra índole...
° intentar amar como Dios ama.

Publicidad

Lo que ordinariamente solemos hacer, no tiene chiste. Esto lo hace cualquiera.

(Colaboración de Luz del Domingo Especial para Diario EL UNIVERSO)