El carnaval no es exclusivo de Río, pues la fiesta se extiende a todo Brasil.
En Salvador, ciudad costera, a unos 1.250 kilómetros al noreste de Río, con un carnaval mayor al de Río de Janeiro pero no tan famoso fuera del país, en seis días de fiesta, hasta el miércoles de Ceniza, al menos dos millones de personas bailarán al ritmo de artistas que animan a las multitudes desde sus “tríos eléctricos”, camiones equipados con enormes altavoces.

En Recife y Olinda, ciudades contiguas del Estado de Pernambuco, se espera que unos tres millones de personas bailen y canten. A diferencia de Olinda, donde el ritmo imperante es el “frevo”, y de Río, donde reina la samba, el “maracatú”, música creada por los esclavos de África, rige los desfiles carnavalescos en Recife.