Desde hace 40 años, Segundo Bernabé Zambrano proporciona ropa limpia, pupos, canilleras y balones al Barcelona. Se inició en esta profesión como ayudante de su maestro Víctor Medina, quien le dio la oportunidad de ingresar al equipo.

“Yo tenía entonces 16  años, era muy flaquito, ágil y obediente, y cumplía con todo lo que me decía don Víctor, quien era el utilero principal. Por inconvenientes con la directiva él salió, y desde ese momento quedé a cargo”, dice con firmeza.

Le emociona dialogar de aquellos tiempos en su taller, ubicado en los bajos del estadio Monumental: “Siempre me gustó que los jugadores estén con su uniforme radiante y que no les falte nada”.

Publicidad

Berna -conocido con este mote que abrevia su segundo nombre- recuerda que antes no existían zapatos de marca y entrenaban en las canchas del Reed Park (hoy hospital Roberto Gilbert Elizalde), con las empanadas Venus y pupos Espinel, “era todo nacional”.
 
“Barcelona es lo más grande de mi vida. Es un amor comparable al que siento por mi familia”, agrega un tanto emocionado.