Aristide recibió plan internacional para solucionar la crisis

La comunidad internacional formalizó una propuesta para poner fin a la anarquía que impera desde hace dos semanas en la nación más pobre de América, mientras Guy Philippe, jefe de los rebeldes alzados contra el presidente Jean Bertrand Aristide, anunció ayer que atacará Cap-Haitien la segunda ciudad de Haití.

Delegados de EE.UU., la Comunidad de Países del Caribe (Caricom), la Organización de Estados Americanos (OEA), Alemania, Francia y Canadá entregaron a Aristide una propuesta que lo mantiene en el poder, obligándolo a realizar cambios en el gobierno.

Los diplomáticos se reunieron luego con miembros de la  oposición política haitiana.

El plan pide a Aristide ceder parte del poder, pero le permite quedarse en su puesto hasta el fin de su mandato en el 2006 y propone crear un nuevo gobierno dirigido por un primer ministro con autoridad directa sobre una fuerza policial creada por las Naciones Unidas (ONU) o la OEA.

La oficina del Alto Comisionado para los Refugiados de la ONU (Acnur) alertó una posible oleada de refugiados, pero EE.UU. anunció que devolverá a todos los haitianos que lleguen ilegalmente a ese país.

Los insurgentes del Frente de Resistencia Nacional para la Liberación de Haití ocuparon Savanette, pequeña ciudad del este. No hubo enfrentamientos y los policías abandonaron la comisaría antes de la llegada de los rebeldes.

Ayuda humanitaria
El coordinador de ayuda de emergencia de la ONU, Jan Egeland, anunció ayer que el organismo realizará un pedido urgente de varios millones de dólares para hacer frente a una posible catástrofe en Haití.

El gobierno venezolano anunció que donará un millón de dólares a Haití como parte de un vasto plan de ayuda para contribuir a solventar la crisis que atraviesa ese país.

Unas catorce personas, incluidos dos  periodistas –un haitiano y un extranjero–, resultaron heridos en Puerto  Príncipe cuando simpatizantes del presidente se enfrentaron con manifestantes opositores. Los periodistas heridos son un camarógrafo español, que  no fue identificado y recibió un machetazo en el costado de la cara, y el reportero Claude Bellevue, que trabaja para la emisora privada  Radio Ibo  y sufrió el impacto de un perdigón en la espalda.