José Saramago, premio Nobel de Literatura 1998, concluye hoy, con una visita a Guayaquil, su gira por el Ecuador.  El célebre escritor portugués, de 82 años, viene a esta ciudad luego de permanecer en Quito por cuatro días.

A las 16h00 ofrece una conferencia en la Fundación EL UNIVERSO (Escobedo y Nueve de Octubre), lugar en el que será declarado Huésped Ilustre de Guayaquil por el Municipio de la ciudad. En la noche retorna a España, donde reside.

El Nobel, quien está acompañado de su esposa, la española Pilar del Río, es reconocido en el mundo entero por su obra y por su posición humanista. Su palabra no se calla ante temas como la injusticia, la guerra, el imperialismo. Su filosofía personal y su producción literaria forman un conjunto armónico.

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En Quito cumplió una intensa actividad: se reunió con los indígenas y con los estudiantes recorrió el Centro Histórico y participó en el encuentro Pablo Neruda por una cultura de paz, que se realizó el pasado miércoles en la Capilla del Hombre, bajo la responsabilidad de la Fundación Guayasamín. Dijo, entre otras cosas, que el concepto cultura de paz tiene que ser más ambicioso y el Estado proteger a sus ciudadanos. Debe renunciar a creer que hay personas de primera, segunda y más clases.

Una de sus decisiones iniciales fue no firmar libros, pero cambió de opinión al cierre del encuentro. Casi todos los asistentes tenían las obras del Nobel en las manos, por lo cual el escritor dijo que firmaría los ejemplares si eran capaces de organizarse.

En la tarde de ayer tenía previsto autografiar libros en las librerías Mr. Books y LibriMundi. Esta actividad la iba a cumplir porque desistió de viajar a las islas Galápagos.
En la capital también recibió la medalla Guayasamín-Unesco, el nombramiento de Ciudadano Ilustre de Quito y la condecoración Juan Montalvo del Ministerio de Educación y Cultura.

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Cuando se le otorgó esta última presea, en la Capilla del Hombre, manifestó: “Gracias, muchas gracias. Ecuador me ha tratado de una forma que no estoy seguro  de merecer”. Y tras esas palabras dijo un refrán: “Quien a feo ama bonito le parece”. Alto, delgado, de pasos rápidos al caminar, Saramago escucha con atención, extiende sus manos, responde a los abrazos de la gente. Pilar, su esposa, maneja su agenda y es, además, la traductora de sus obras al español.

NOTAS
OBRAS
José Saramago es autor de una vasta obra. Entre sus títulos están Ensayo sobre la ceguera, Todos los nombres, La caverna y El hombre duplicado.

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OBSCENIDAD
El escritor portugués es de ideología izquierdista. Cree que la mayor obscenidad de este mundo no es la pornografía, sino que alguien pueda morir de hambre.

REACCIÓN
Piensa que ante la frivolidad que llena las pantallas de la televisión y las páginas de algunos periódicos, son los ciudadanos quienes deben reaccionar, para “ya no ser cómplices de quienes somos víctimas”, según anota.

INVITACIÓN
En una de sus intervenciones en la capital, Saramago invitó a los indígenas de América a ser los actores clave en su construcción de la democracia.

FIRMA DE LIBROS
La tarde de ayer, el escritor tenía previsto firmar libros en Mr. Books y Librimundi.

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