Un informe de la Universidad de la ONU dado a conocer este jueves advierte sobre la "piratería biológica" que sufren las comunidades indígenas de todo el mundo, a quienes se les roban sus ancestrales conocimientos curativos.
 
"Las leyes de propiedad intelectual no protegen los conocimientos ancestrales de las poblaciones indígenas. De hecho, favorecen su expoliación. Para ellos es como vivir una segunda colonización, mucho peor que la que les despojó de sus tierra tradicionales", explicó a EFE Brendan Tobin, uno de los autores del informe.
 
Tobin, junto con Alphonse Kambu, otro de los autores del informe preparado por la Universidad de las Naciones Unidas, está en la capital malaya, Kuala Lumpur, para participar en una conferencia sobre biodiversidad patrocinada por la ONU en la que han presentado su investigación.
 
Tobin, en una entrevista telefónica con EFE, calificó la expoliación de conocimientos ancestrales que está sufriendo la población indígena de todo el mundo como "biopiratería" y recomendó cambios radicales en las leyes internacionales sobre propiedad intelectual para proteger "de forma inmediata" sus derechos.
 
El investigador señala que hay "cientos si no miles" de casos en los que empresas, en su mayoría radicadas en países desarrollados, se están apropiando de conocimientos tradicionales indígenas y registrándolos en las oficinas de patentes de Estados Unidos, Europa y Australia para su explotación comercial.
 
"Uno de los casos más documentados es de la planta ayahuasca, que ha sido cultivada desde tiempos precolombinos por indígenas de la cuenca del Amazonas y utilizada por chamanes para sanar heridas", explica Tobin.
 
"Hace años -continúa-, una investigadora de una pequeña compañía de California, International Plant Medicine Corporation, patentó en EE.UU. una variedad cultivada en Ecuador para aprovechar sus propiedades psicotrópicas. Y lo pudo hacer porque las autoridades estadounidenses no aceptaron las pruebas de su uso ancestral en Ecuador".
 
Otro ejemplo es el del arroz basmati, una variedad cultivada desde hace siglos por campesinos de India y Pakistán, pero que en 1997 la empresa estadounidense RiceTec quiso patentar.
 
Tras las protestas de organizaciones no gubernamentales, finalmente en 2001 la oficina de patentes de EE.UU. (Uspto) aceptó la patente de RiceTec de tres variedades derivadas de los genes del arroz basmati.
 
Kambu explica que sólo hay dos países en el mundo, Perú y Panamá, que han elaborado leyes en las que se reconoce la propiedad intelectual de sus comunidades indígenas sobre plantas y procedimientos utilizados de forma ancestral para curar.
 
Pero también señala que incluso en estos casos, las leyes internacionales sobre propiedad intelectual no garantizan la protección de los conocimientos tradicionales indígenas.
 
Ante la falta de sensibilidad internacional sobre uno de los recursos más valiosos que los pueblos indígenas poseen, su tradición oral, Tobin y Kambu constatan que los afectados han empezado a organizarse por su cuenta para luchar contra la biopiratería.
 
"Las comunidades indígenas están encontrado formas innovadoras para proteger su propiedad intelectual. Hay casos en los que han creado sus propios registros, bases de datos que recopilan sus conocimientos ancestrales", señala Tobin.
 
Es el caso de los vanuatu, un grupo indígena de las islas del Pacífico Sur, o de los inuit de Canadá que mantienen un alto nivel de secretismo sobre su registro de conocimientos ancestrales, pero que conceden acceso confidencial a funcionarios gubernamentales cuando se les solicita.
 
Tobin y Kambu recomiendan que los países "acepten evidencia oral sobre la posesión de conocimientos tradicionales, el establecimiento de medios para que esas pruebas puedan ser presentadas de forma confidencial y asegurar un acceso limitado y restringido a esas bases de datos confidenciales".
 
"Hay un creciente movimiento indígena que está desafiando las leyes internacionales de propiedad intelectual. De hecho, se están anulando patentes otorgadas. El problema está en el proceso por el que se otorgan en primer lugar las patentes", terminó señalando Tobin.