Es esmeraldeña y representa como tal a su provincia, aunque vive en Guayaquil. Tiene 18 años.

A simple vista, María Elena Jaramillo, la candidata de Esmeraldas para Miss Ecuador, parece dar la imagen de una chica delicada y frágil, pero ya en el trato con ella se descubre que esta atractiva mujer de cabello negro y enormes ojos color azabache es una deportista consumada, estudió tres años en un colegio militar y estuvo a punto de enrolarse a la Marina como infante, por su gusto a la milicia.

Es muy locuaz y desenvuelta pese a la edad que tiene, 18. Por eso se considera la más “pequeña” del grupo de las catorce aspirantes al cetro, pero aclara que sobresale por su estatura: 1,78 m.

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Desde los 15 cosecha bandas y premios que obtuvo durante su participación en reinados de belleza intercolegiales e institucionales que se realizaron en Esmeraldas. En total posee 25 cintas.

María Elena Jaramillo se considera una auténtica esmeraldeña, que disfruta mucho de un encocado o tapado –aunque no sepa cocinarlos– y que no dudaría en promocionar las playas y reservas naturales de su provincia al turista extranjero.

Ella vivió su niñez y adolescencia en Esmeraldas, pero durante las vacaciones su familia la llevaba a Guayaquil para que las pasara con sus tíos y primos. Por eso no duda en decir que parte de su vida también está ligada a esta ciudad, a la que sus padres decidieron venir a radicarse el mes pasado.

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María Elena jugaba con sus primos en Las Orquídeas, donde vivían sus tíos por parte de madre. Uno de esos era al concurso de Miss Universo, donde ella se encargaba de armar la escenografía y vestía con sábanas a sus primas para que desfilaran delante de sus tíos. Las  ganas de aparecer delante de su familia se le quitaron cuando en una ocasión se puso el traje de baño al revés.

“Ahora la ciudadela (Orquídeas) está descuidada, por eso mi familia salió de ahí”, dice.

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El 7 de enero del 2003 es una fecha de mal recuerdo para María Elena. El sueño de ser infante de Marina quedó trunco cuando, luego de haber aprobado los test y exámenes, le dijeron en Guayaquil que no era posible su ingreso por una complicación en la columna.

“Me sentí muy mal porque aspiraba a enrolarme; en el Liceo de Esmeraldas era muy predispuesta a todo y no me importaba hacer flexiones de pecho, correr, sapitos”, manifiesta. Sin embargo, el 18 de diciembre pasado no lo olvidará porque fue el día en que recibió la llamada de su tía Sandra López, quien le dijo que había sido seleccionada para participar en el Miss Ecuador.

“Me emocioné tanto; justo ese día estaba en Esmeraldas apoyando una teletón para los niños que había organizado la reina de la ciudad, Inés Panchano, y fue una sorpresa”, refiere Jaramillo, quien aceptó inscribir su candidatura luego del apoyo mostrado por el Consejo Provincial de Esmeraldas y el Grupo de señoras de la Orden de la Merced.

“Creo que es una oportunidad (en referencia al evento) para hacerte conocer, me he tomado con mucha responsabilidad y si dejé de ir a reuniones para prepararme, no me arrepiento”, manifiesta.

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Por ahora, ella está concentrada para la elección que se desarrollará el próximo 4 de marzo en Guayaquil.