De continuar así, habría que practicar la lluvia artificial como lo hacía mi padre, el profesor Eloy Ortega Soto, con yoduro de plata.

Los técnicos contratados por el Estado trataban de hacer llover artificialmente con hielo seco o dióxido de carbono solidificado, pero fallaban en su operación, más allá de que esa forma es peligrosa porque si se lo hace desde una avioneta, esta puede ser fulminada por un rayo.

Mi padre hacía llover artificialmente desde abajo, utilizando una fragua con leña; en el agua hirviendo echaba partículas infinitesimales de yoduro de plata (sustancia química muy cara que hay que importarla de los Estados Unidos), enseguida el vapor metalizado subía por ley física al cielo, y al hacer peso en las moléculas de agua de las nubes, producía la precipitación.

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Él importó la fórmula del yoduro de plata, de los Estados Unidos, de la General Electric, y la perfeccionó con otra suya con la cual “fabricaba” nubes; de esta manera hizo llover en El Oro, Guayas, Manabí y sobre todo en Pedro Carbo, cuyos algodonales se salvaron.

Una de las causas por las cuales está cambiando el clima, es la tala, pues los árboles atraen las lluvias, y donde no existen árboles hay sequías.

El Gobierno debería emprender una campaña nacional de forestación con la ayuda de soldados, estudiantes y agricultores.

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Luis Enrique Ortega Muñoz
Guayaquil
Muchos agricultores se encuentran preocupados por sus hectáreas de siembra y el gasto económico que hicieron pa ra tratar de cultivar diferentes productos agrícolas, debido a los irregulares aguaceros que se están dando.

Ellos, por aprovechar el invierno, adelantaron sus siembras sin imaginarse el retraso que habría en la caída de las lluvias, lo cual ha provocado sequías en nuestros Litoral y Sierra, y afectado los cultivos y plantaciones.

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Xiomara Cervantes Villacrés
Vinces