La acera contigua a la entrada principal de la Corte Superior de Justicia de Guayaquil es utilizada cada miércoles, desde el pasado 28 de enero, por los familiares de los presuntos desaparecidos en el operativo Fybeca, Johnny Gómez Balda y César Mata Valenzuela, para exigir su aparición.

Con la consigna: “Vivos se los llevaron, vivos nos los devuelven”, Dolores Guerra, esposa de Gómez y Pilar Valenzuela, madre de Mata, con carteles y fotografías colgadas en las verjas que rodean al Palacio, encontraron en la protesta la única forma, según ellas, de llamar la atención de los jueces para que esclarezcan el caso y la Policía se pronuncie.

“Un miércoles desaparecieron, por eso protestamos ese día y lo haremos hasta que nos digan qué pasó con ellos, a lo mejor ya están muertos, pero dónde están sus cuerpos”, cuestionó Guerra, acompañada de parientes de su esposo y miembros del Comité Permanente de Derechos Humanos, que las apoyan.

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Dolores Briones, esposa del mensajero de la farmacia, Guime Córdova, quien  pasaba ayer por el Palacio de Justicia, lamentó la muerte de su esposo y la falta de resultados. “Han transcurrido tres meses y han sido muy duros”, afirmó.