Solo un tercio de la Panamericana Norte, que une a El Cajas con Ibarra, en un tramo de casi 60 km, y donde se concentra la población indígena en Imbabura, estuvo paralizado ayer durante la primera jornada de manifestaciones convocada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie).

La primera zona paralizada fue entre El Cajas, en el límite con Pichincha, hasta antes de San Pablo del Lago. Desde ahí los obstáculos eran mínimos, hasta llegar a Atuntaqui, donde los pobladores se unieron a la protesta.

Las piedras de los campesinos de Pilán, en El Cajas, volvieron a rodar a la carretera. Pilán es una población cercana a San Pablo del Lago.

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No todas las comunidades indígenas plegaron al paro, sobre todo las que están más cerca de Peguche, que celebra las fiestas del Pawcar Raymi (olimpiadas indígenas).

Sin embargo, 15 kilómetros más al norte, en la zona de San Roque, los campesinos interrumpieron nuevamente el paso a los vehículos. Los comuneros de San Luis de Agualongo tomaron el control de la Panamericana. “No estamos de acuerdo con la población de Peguche, que no apoya al movimiento indígena”, dijo el líder de la comunidad, Jorge de la Torre.

En ese lugar, aproximadamente a las 12h00 llegó un camión con militares armados. Allí, el comandante del batallón Yaguachi, César Acosta, negoció con los campesinos para que dejaran pasar a la caravana en algún momento de la tarde.

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Acosta dejó un contingente de 25 hombres en San Roque, donde se dio la mayor concentración de campesinos, quienes gritaban a los militares: “Ustedes también son pueblo, no se dejen engañar por el Gobierno y sus jefes”.