El número de inmigrantes que residen de manera legal en Italia ha alcanzado la cifra de 2,5 millones tras la última campaña de regularización finalizada el pasado año y a la que se adhirieron 650.000 personas. De estos, 49.000 son ecuatorianos.

La mayor comunidad inmigrante la componen los ciudadanos de Rumanía, con 240.000 personas, seguida por Marruecos (227.000) y Albania (224.000), según el informe que ayer proporcionó la asociación católica Caritas y que se basa en datos del Ministerio del Interior.

A continuación se sitúan los inmigrantes procedentes de Ucrania (127.000), China (98.000), Filipinas (74.000), Polonia (69.000), Túnez (61.000), Senegal (51.000), Ecuador (49.000) y Perú (49.000).

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Otros países con una representación significativa son India, Egipto, Sri Lanka, Moldavia, Bangladesh, Macedonia y Paquistán. El programa de regularización, incluido en la denominada ley Fini-Bossi, se inició en noviembre del 2002 y ha sido el mayor llevado a cabo hasta ahora en Italia.

La mayor parte de las demandas han procedido de ciudadanos de países de Europa del Este (60%), como Ucrania (cuya comunidad pasó del puesto 27º al 4º), o Moldavia, aunque vio un descenso de personas procedentes de la antigua Yugoslavia.

Antes del programa de regularización, la mayor comunidad extranjera la componían los marroquíes, seguida de rumanos y albaneses.

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Al presentar su informe, Caritas advirtió que la economía italiana necesita de 200.000 inmigrantes más cada año, cifra que no se cubrirá con las cuotas establecidas por el Gobierno, que permitirá este año el ingreso de 29.500 trabajadores.