La edición número 53 del Partido de las Estrellas ya es historia con un Shaquille O’Neal ganador del premio al Jugador Más Valioso (MVP, por sus siglas en inglés), también el cuarto triunfo del Oeste en las últimas cinco ediciones y Kobe Bryant como el gran centro de la polémica.

El premio dado a O’Neal, quien anotó 24 puntos y capturó 11 rebotes, y el triunfo del equipo del Oeste por 136-132 en el Staples Center, quedaron opacados por lo que dijo e hizo Bryant durante el Fin de Semana de las Estrellas.
 
Bryant, el escolta estrella de Los Ángeles Lakers, quien anotó 20 puntos y podía ser el MVP, si los jugadores del equipo de la Conferencia Oeste le hubiesen dado el balón en los últimos minutos del partido, abandonó la fiesta promoción anual de la NBA como la comenzó, siendo el centro de atención y de la controversia.

Bryant dijo al periódico local de Los Ángeles Daily News que tenía la intención de convertirse en agente libre al finalizar la presente temporada para conocer el valor que podría tener. Su decisión puede significar la marcha de los Lakers y también que el equipo se quede sin compensación, si no logra volverlo a fichar.
 
Bryant también valoró la posibilidad de jugar en un equipo en el que no esté O’Neal y dijo que todos los que lo conocen bien saben que es su gran reto como profesional, pero que a la vez no piensa dejar a los Lakers.
 
Si todos los preámbulos para su participación en el Partido de las Estrellas no fueron los mejores, Bryant tampoco se pudo escapar de la controversia cuando con 10 minutos para que finalizase el tiempo reglamentario no quiso rematar al recibir un pase perfecto del serbio Peja Stojakovic.

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No se sabe si O’Neal querrá opinar por lo que Bryant, su compañero de equipo dijo.

Así finalizó el Juego de las Estrellas con un premio de O’Neal, opacado por la polémica actitud de Bryant.