Hasta el anochecer de ayer no se llegaba a ningún acuerdo para liberar a las 321 personas retenidas por los presos, durante un amotinamiento registrado en el ex Penal García Moreno, del centro histórico de Quito.

Los retenidos, en su mayoría mujeres (269), son familiares de los presos, a quienes no se dejó salir de la cárcel desde la tarde del domingo, cuando comenzó la medida de hecho.

El amotinamiento tiene dos objetivos principales: Exigir un aumento en el presupuesto para los centros de rehabilitación social y que se rebajen las penas, debido al hacinamiento que padecen.

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Fernando Cassís, director de Rehabilitación Social, anunció que a las 16h00 de ayer tenía previsto retomar el diálogo con los representantes de los reos.

Mientras en Carondelet, el ministro de Gobierno, Raúl Baca, planteó la mañana de ayer una tregua a los reclusos del ex penal García Moreno hasta que concluya la construcción de los centros de rehabilitación de Archidona (Napo) y de Santo Domingo de los Colorados. Esto permitirá el traslado de unos mil reos, en una primera etapa.

Baca agregó que desde que se decretó la emergencia en las cárceles, el régimen entregó 380 millones de dólares para la construcción de los sistemas carcelarios; igualmente, con la ayuda de la Municipalidad y la Prefectura del Guayas se construirán dos centros adicionales.

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“Es entendible la propuesta, pero la realidad es que no hay a dónde trasladarlos, y a eso se suma la lentitud de la justicia”, manifestó.