Además de las exigencias para obtener una licencia y permisos que la Dirección de Aviación Civil (DAC) pide a los operadores aéreos privados, desde octubre pasado los dueños de aviones en el país deben pagar un impuesto adicional por la depreciación del bien.

Luis Grudena, presidente de la Asociación de Transportadores Aéreos (Adetan) y miembro de la Asociación Cívica Aeronáutica, indicó que la Corporación Aduanera Ecuatoriana cobra el 12% del Impuesto al Valor Agregado por el deterioro de las naves que ingresan de forma temporal al país.

Según Grudena, los empresarios que traen aeronaves de esta manera pueden llegar a cancelar hasta 100.000 dólares anuales por esa depreciación y lo más preocupante es que el equipo “no es nuestro sino alquilado”.

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Críticas
El presidente de la Asociación Cívica Aeronáutica, Eduardo Insua, manifestó que la administración de la DAC no cumple con uno de sus principales objetivos que es promover la aviación en el país.

La Asociación critica la labor del director de Aviación, Rafael Dávila, a quien acusan de tener conflicto de intereses porque es accionista de Aeromilitec, una empresa que vende repuestos para el sector aeronáutico.

Dávila se defiende y asegura que esa acusación no es valedera porque la Comisión de Control Cívico de la Corrupción (CCCC) ya emitió un informe en el que menciona que no existe conflicto de intereses en su caso. Insua asegura que la DAC carece de una política aeronáutica, porque incluso en el plan estratégico 2002-2007 de la misma institución, consta como objetivo la creación de una política para el sector de la aviación.

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LABORAL
REUNIÓN
Empleados y autoridades de la Subdirección de Aviación Civil mantienen hoy una nueva reunión en la Dirección de Trabajo del Litoral, para determinar si inician una huelga de actividades.

SALIDA
Los trabajadores piden la salida del director de la Aviación, Rafael Dávila, pues lo acusan de tener conflicto de intereses; y que se les proporcione estabilidad laboral por lo menos durante dos años más. El objetivo de la huelga también es reclamar pagos atrasados de horas extras y otras demandas. Los empleados se comprometieron a no paralizar el aeropuerto de Guayaquil.