Aproximadamente a las 20h30 del sábado pasado, en un billar ubicado en las calles 18ª y Chambers, del suburbio oeste, falleció Francisco Valencia Cortez, de 23 años, mientras jugaba con un grupo de amigos de su barrio, en ese local de diversión.

Según Luis Cortez, tío del fallecido, el joven maniobraba un arma de fuego que tenía en su poder, a la que supuestamente ponía y sacaba las balas del tambor, sin percatarse que esta se encontraba sin seguro.

Reveló el familiar que un tiro se le escapó, le impactó en el cuerpo y murió. El fallecido era soltero y su domicilio estaba a una cuadra del local del incidente. El pariente agregó que Francisco Valencia se desempeñaba como soldador, y que dejó en la orfandad a un bebé de tres meses.