Las obras de este autor están entre las más vendidas de las librerías del país. Es psicólogo clínico y combina el ejercicio de su profesión con la cátedra.

No le muestra trucos para seducir, ni para tener a sus  pies al hombre o mujer de su vida. Tampoco le dice que usted es un ser maravilloso y que los demás son los culpables de su mala suerte. Menos aún, le da pócimas mágicas, ni le promete cómo triunfar en el amor en  cinco  lecciones.

El libro Ama y no sufras, de Walter Riso, autor italiano que creció en Argentina y reside en Colombia,  no se rige por esa filosofía. Es un volumen  que explica la relación de pareja y habla del amor, no desde  la emoción, sino desde la razón. Y antes de que alguien se adelante a decirle  que el amor no hay que entenderlo, sino sentirlo y que el romanticismo no acepta ninguna clase de lógica, Riso responde: “Nada más erróneo”. Para este autor, pensar que el amor es solo emoción y romanticismo es tener una actitud ingenua y, además, peligrosa.

Refiere en el libro que una de las principales causas del llamado mal de amores nace de las creencias que sobre el amor  hemos elaborado a lo largo de la vida. Propone, por tanto, racionalizar el amor. Pero no demasiado.  Solo lo suficiente. Para Riso  debe haber razón y emoción en las cantidades adecuadas. Propone al lector reflexionar sobre su vida afectiva y pensarse a sí mismo en relación con otros.

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Cita a Buda, quien decía que la ignorancia es el origen de todo sufrimiento psicológico. Luego se pregunta si los seres humanos son ignorantes en el campo del amor y concluye que sí. Riso es especialista en psicología clínica y ejerce la profesión hace 25 años, práctica que alterna con la cátedra universitaria y la escritura de libros.  Ha publicado, entre otros, Cuestión de dignidad, De regreso a casa; Amor, diviva locura;  y Jugando con fuego.

Contenido
En Ama y no sufras señala que un amor completo, sano y gratificante, que se acerque más a la tranquilidad que al sufrimiento, necesita de tres factores: eros (deseo), philia (amistad) y ágape (ternura). Sostiene que los tres deben estar presentes en igual medida y que la alteración de cualquiera de ellos hará que el equilibrio vital del afecto se pierda. Afirma que lo ideal sería que cada componente pueda activarse cuando la situación así lo amerite.

Este planteamiento lo desarrolla en 256 páginas. El texto contiene nueve capítulos distribuidos en tres partes. La primera se titula ‘Eros o el amor que duele’, donde indaga la naturaleza desbordada del enamoramiento, el deseo, el erotismo y la patología del eros. La segunda es ‘Philia o de la manía a la simpatía’, en la que se analiza la amistad de pareja y cuáles son sus componentes. Y la tercera es ‘Ágape o de la simpatía a la compasión’. Aquí se examina el tema de la no violencia y la compasión afectiva.

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Cada capítulo se completa con un apartado donde se relaciona el contenido de lo tratado en esas páginas con el sufrimiento afectivo y se dan sugerencias para, en lo posible, evitarlo. Entre otras cosas dice: disfruta del enamoramiento sin dejar que afecte tu individualidad y tu salud mental. No idealices a la persona amada. Estar enamorado no implica abandonar tu rol social y tus otras áreas de desempeño.

Admira, pero no idolatres.  Si tu relación requiere que hagas sacrificios heroicos y esfuerzos denodados para mantenerla activa, no funciona realmente.  Cree que para que una relación sea armónica,  ambos deben ser  compatibles en lo fundamental. Lo fundamental son los valores, las creencias esenciales, la ideología, la dignidad. La semejanza implica aceptar variaciones sobre el mismo tema, tonalidades distintas, diferencias de énfasis, pero no de fondo.