“Ootra, ootra”, gritaba el público que había asistido al concierto de La Pandilla. La presentación había terminado y los cantantes no volvieron a salir al escenario montado en el recinto ferial de Santo Domingo de los Colorados (en Pichincha). Un movimiento brusco llamó la atención en la primera fila. Algunos muchachos cargaron en brazos a uno de sus amigos y lo llevaron a la tarima. Entonces, la frase coreada cambió: “Que cannte, que cannte”, y cantó: “Por una mentira más, que le hace a nuestra vida...”.  Así fue como comenzó la carrera artística de Perikles Velasteguí.

No recuerda bien el año, 1983 ó 1984, pero esa presentación le sirvió a este joven pichinchano para que el manager de aquel grupo juvenil nacional, el más popular de esa década, lo escuchara y le propusiera grabar dos canciones en un disco de 45 revoluciones, esos pequeños que ya no existen. La disquera le quiso cambiar de nombre, pero él impuso su decisión de seguir siendo Perikles, un joven que había integrado un grupo de rock colegial donde era la voz y el baterista.

Su música comenzó a sonar más con el primer video que realizó, el de  Una chica como tú;  un tema que le agradó tanto a la animadora de ‘Sintonizando’, de Telecentro, (hoy TC) que lo pautaba todos los días. Esa canción y Kenisse, como se llama su hija de 7 años –el mayor es Flavio, de 9, y otro viene en camino–, fueron las más sonadas. De ahí, llegaron los contratos y giras para presentaciones en Colombia, Chile y Venezuela. De Caracas, donde se quedó algunos meses (en 1991), trajo conocimientos en radio –porque debía prepararse en el negocio familiar: Radio Zaracay- y la idea de acompañar su canto con  un grupo de baile.

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Tras diez años cantando ganó el Festival OTI Ecuador, en 1993. Las luces y cámaras enfocando su rostro y los aplausos de aquella ceremonia fueron de los últimos que recibió antes de un inesperado retiro. La muerte de su hermano mayor lo llevó a asumir el trabajo en la radio. Su amor por la música lo hizo volver a finales de los años 90, y regresó cantando cumbias. Afirma que le fue bien con “lo poco que se hizo”. Se vendieron 3.000 copias en un mes, cuando “no había discos piratas”.

Volvió a distanciarse de la música pero como gerente de  Zaracay Tv, cargo que ocupa desde el 2000, organiza festivales. Anuncia que volverá. En abril, presentará un nuevo disco tropical en el que, dice, Lisandro Meza toca el acordeón y los integrantes de Rumba Tres, las guitarras flamencas.