Cientos de parejas del mismo sexo, para celebrar el fin de semana San Valentín, se casaron en el ayuntamiento de San Francisco, ciudad californiana que desafió las leyes estatales y autorizó los matrimonios homosexuales.

El juez federal James Warren rehusó el viernes inmiscuirse en el asunto, como pidieron grupos conservadores. De esta manera, las parejas del mismo sexo podrán continuar casándose durante este fin de semana, considerado por el movimiento de defensa de los derechos homosexuales como histórico.

El juez Warren dijo que no frenará los matrimonios, tal y como solicitó el grupo Campaña para la Defensa de las Familias de California en una demanda porque, según señaló, no cuenta con suficientes pruebas que indiquen que estas bodas son dañinas.

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El tribunal reconsiderará el asunto el próximo martes. Mientras tanto, centenares de parejas homosexuales podrán continuar sus fiestas.