“La mayor satisfacción de un pintor es mostrar su obra al público”, asevera Susana, por ello dejó las pasarelas y se dedicó a pintar durante ocho meses entre Milán (Italia) y Guayaquil. Así armó su primera exposición individual y se convirtió en la primera artista amateur en presentarse en el Salón de Octubre del Museo Municipal.

¿Cómo se sintió durante la apertura de la muestra?
Estaba emocionada. Fueron 36 obras entre cerámicas y lienzos y se vendió el 40% de las pinturas. Pero más importante que vender fue la satisfacción que sentí porque la gente reconoció mi obra como buena.

¿Cuál fue la temática de su exposición?
Se tituló Ellas y otros relatos y se inauguró el 23 de septiembre pasado en el Museo Municipal (Sala de Arte Contemporáneo). Fue un día inolvidable. Las experiencias que viví en el exterior, los rostros de mujeres que observé enriquecieron esta colección. Espero proseguir con  mi labor de pintora.