He sido un asiduo visitante de Salinas durante más de 30 años. Desde hace ya más de 3 años he sufrido –y creo que no soy la única persona– cada temporada, algún tipo de robo a mi carro.  La impotencia e ira que se puede llegar a sentir son inmensas, pero lo peor de todo es que cuando uno va en busca de alguna autoridad para poner una denuncia, o por lo menos para alertar que un robo ha sucedido,  no se encuentra a un solo policía o patrullero.  En Salinas hay una base militar, y sabiéndose que la Policía Nacional está con falta de recursos, la Policía Militar podría dar una ayuda.
Guillermo Hidalgo
Guayaquil