La inversión española en los cinco países que componen la comunidad andina en el periodo 1993-2003 superó los 9.000 millones de dólares, dijo este jueves el secretario de Estado de Comercio de España, Francisco Utrera.
 
Esta inversión bruta realizada en Bolivia, Ecuador, Colombia, Venezuela y Perú supuso el 4,3% del total invertido por España en el exterior en ese periodo, y el 9,3% de lo que se destinó a Iberoamérica, añadió Utrera.
 
El secretario de Estado español hizo estas declaraciones en la apertura en Madrid del encuentro titulado "El papel de la Corporación Andina de Fomento (CAF) en Iberoamérica: oportunidades de colaboración para las empresas españolas".
 
El seminario es organizado por el Ministerio español de Economía y la CAF y fue inaugurado hoy por el heredero de la Corona española, el Príncipe Felipe de Borbón.
 
Utrera destacó el compromiso de España con la Comunidad Andina y recordó que el volumen de recursos comprometido con esta región, tanto en concepto de asistencia técnica como en créditos, supera los mil doscientos millones de dólares, a los que hay que añadir el esfuerzo inversor del sector privado.
 
Por su parte, Felipe de Borbón indicó que "no puede haber desarrollo sin democracia y que la democracia es la mejor garantía para dotar a las economías de mayor competitividad", al tiempo que mostró su compromiso con la región andina a la que auguró un futuro "lleno de desafíos y oportunidades".
 
El Príncipe de Asturias agregó además que España deber seguir participando "con valentía, generosidad y una clara visión de compromiso histórico" en el futuro de la Comunidad Andina.
 
Precisó que las reformas estructurales necesarias para modernizar su economía, desarrollar sus infraestructuras, consolidar sus mercados financieros, y apoyar a su sector empresarial, al comercio y a nuevas oportunidades de negocio "necesitan un ámbito más amplio que el de las fronteras nacionales" para poder llevarse a cabo.
 
Felipe de Borbón subrayó que España se encuentra "firmemente vinculada" al futuro de Iberoamérica y recordó que es el segundo inversor mundial en la región andina.
 
Además, dijo que España aporta recursos y coopera en la consolidación de la democracia, mediante el fortalecimiento de las instituciones del Estado de Derecho, la erradicación de la pobreza y la creación de condiciones de estabilidad jurídica para que la inversión extranjera sea un motor adicional de desarrollo.
 
Por su parte, el presidente de la CAF, Enrique García, describió la actual situación de la región tras cuatro años de crisis económica.
 
Así, indicó que en 2004 esta zona registrará un patrón de crecimiento "aceptable", con baja inflación y un impulso de creatividad para revertir las tendencias negativas en materia de pobreza, desempleo y falta de equidad.
 
Para ello, destacó la necesidad de modificar el patrón de exportaciones, basado en las materias primas, y convertirlo en una economía donde el valor agregado del empleo, las tecnologías y la incorporación de las pequeñas empresas sean factores fundamentales.
 
Asimismo, incidió en la importancia de mejorar el funcionamiento de los mercados de capital y los desequilibrios fiscales, así como de impulsar la productividad y los flujos de inversión extranjera.
 
García precisó que estas reformas no son posibles sin instituciones sólidas que construyan una base democrática y permitan que las reglas de juego del mercado y la equidad imperen en el mercado.
 
La CAF es una institución financiera de desarrollo multilateral del que forman parte dieciséis países latinoamericanos y España y supone la principal fuente de financiación de los países andinos.