Excesos de procesos, falta de tecnología, déficit de jueces y falta de personal, son las principales falencias que se detectaron en la administración de justicia en Ecuador, tras una evaluación del desempeño de 135 jueces de Pichincha y Guayas, que realizó la firma Price Waterhouse.

Entre enero y noviembre de 2003, y por pedido del Consejo Nacional de la Judicatura (CNJ), Price Waterhouse sacó sus conclusiones sobre la justicia ecuatoriana. La empresa recomendó corregir estos aspectos para garantizar una ágil y eficiente justicia.

Una segunda etapa del proceso de evaluación de la función judicial, incluirá  a los magistrados de las cortes superiores y al resto de jueces del país, pero aún no se especifica la fecha de su inicio.

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Mientras tanto, el pleno de la Corte Suprema de Justicia, ayer, conformó  las salas especializadas de las Cortes Superiores de Justicia del Ecuador, incluyendo a las de Quito y Guayaquil.