Centenares de mujeres y niños esperaron en vano ayer, desde la mañana, en los exteriores de la Penitenciaría del Litoral para el ingreso de las visitas, que fueron suspendidas por el amotinamiento entre reclusos.

Tras conocer el problema de la falta de agua, los visitantes pugnaban por ingresar botellas y galones con el líquido.

“Adentro dicen que venden hasta en 2 dólares un galón de agua”, dijo Edith Onofre.

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“Se han aprovechado hasta de eso, aquí llegó un camión y vendió botellas de agua en $ 0,50”, expresó Jackeline Macías. “Queremos dejarles agua y ropa  porque no han podido bañarse, cocinar ni lavar”, agregó.