A las agresiones con armas de fuego en los últimos 15 días se suman amenazas a los periodistas y acusaciones entre políticos.  Este Diario destaca en un Editorial la violencia que está sufriendo Ecuador.

El presidente ejecutivo del canal Telesistema, Carlos Muñoz Insua, sufrió un ataque armado la noche del lunes, en el que resultó muerto su chofer Ricardo Mendoza.

Muñoz, quien salió ileso, descartó ayer que haya sido un asalto, pero tampoco afirmó que se tratara de un atentado en su contra.

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“No quiero hacer ningún comentario que desestabilice al país, no me siento políticamente amenazado porque no tenemos enemigos de ningún tipo... No entiendo y me sorprende lo que está ocurriendo con la seguridad ciudadana, cuidémonos...”, señaló.

El ataque a Muñoz se suma al asesinato del funcionario de Petrocomercial, Patricio Campana, el 30 de enero pasado, y al supuesto atentado al presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza, el 1 de febrero pasado.

Según representantes de sectores sociales y políticos, consultados por este Diario, los hechos violentos son el resultado de la inestabilidad, el desgobierno, y el descontrol de la seguridad.
El Congreso Nacional ayer condenó los últimos hechos, los supuestos atentados y los asesinatos.

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Mientras tanto, el presidente, coronel Lucio Gutiérrez, señaló –en una ceremonia militar en Taura– que existen “fuerzas oscuras que disparan alevosamente contra personas indefensas”.

Un muerto en ataque a Carlos Muñoz, presidente de Telesistema

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La noche del lunes, el chofer del presidente ejecutivo de Telesistema murió de impactos de balas. Este hecho de violencia se suma a otros ocurridos durante las últimas semanas, como el asesinato del funcionario petrolero, Patricio Campana, y el supuesto atentado contra el dirigente indígena Leonidas Iza. La Policía no revela sus investigaciones.

Alina Manrique, Redactora

El auto en el cual Carlos Muñoz Insua, presidente ejecutivo de Telesistema, regresaba a su casa la noche del pasado lunes, fue baleado por sujetos no identificados. Él resultó ileso, pero Ricardo Mendoza Aguilera, su conductor, murió luego de recibir siete impactos de bala.

El empresario guayaquileño, quien desde hace 16 años es presidente del canal de televisión, negó que lo que ocurrió a las 22h30 del lunes, en la vía a Samborondón, haya sido un intento de asalto. Así opina también la viuda de Mendoza, Lidia Vega. “Pensaron que el doctor iba manejando”; dijo.

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Afuera del canal, esa noche –a las 22h15– Muñoz Insua y su asistente, Eduardo Tenete, abordaron el Nissan Pathfinder de color dorado y placas GKJ-036, que Mendoza guió hasta La Puntilla, donde dejaron a Tenete en su domicilio. Luego, se dirigieron hacia la urbanización Isla Sol, ubicada en la vía a Samborondón.

“Jamás he utilizado guardaespaldas de ninguna clase, Ricardo (Mendoza) me acompañaba a mi casa cuando salíamos muy tarde del canal”, explicó Muñoz. Cuando estaban a menos de 100 metros de la gasolinera Texaco en la vía a Samborondón, el empresario dijo que llamó a su esposa por el teléfono celular.

De pronto, según relató Muñoz, un auto con tres o cuatro ocupantes los rebasó por el lado izquierdo del Nissan y se interpuso en su camino. Ambos imaginaron que trataban de robarles el vehículo. “Me ha pasado en dos ocasiones anteriores, por eso lo único que hice fue agacharme”, aseveró el empresario.

Muñoz escuchó siete disparos cercanos y sucesivos destrozando la ventana del conductor. Cuatro lograron perforar además la ventana del lado en el que viajaba Muñoz.

Cuando asomó sus ojos por encima del tablero del carro, Muñoz dijo haber visto un auto rojo pequeño seguir su rumbo hacia adelante.

Equivocación
A las 22h40, Lidia Vega Salazar recibió la llamada de Carlos Muñoz Insua, el jefe de su esposo desde hace 15 años, quien le avisó que Ricardo Mendoza Aguilera, un hombre de cabellos y bigotes entrecanos, fue trasladado a la Clínica Kennedy, al norte de Guayaquil, luego de una balacera, pero no llegó con vida.

Mendoza, padre de tres hijos jóvenes, vivía en una modesta construcción de las calles 42ª y la N. Según su esposa, los atacantes confundieron a Mendoza con Muñoz a través de los vidrios oscuros.

Fausto Flores, jefe de la Policía Judicial del Guayas, dijo que solo luego de las investigaciones del crimen se podrán establecer responsabilidades. El reporte policial preliminar sobre el incidente se elaboró en base al relato de Muñoz.

La mañana de ayer, el empresario dijo estar consternado por la muerte de Mendoza. Explicó que no tiene enemigos y desmintió que lo ocurrido tenga connotaciones políticas.

Ayer recibió llamadas de apoyo del presidente Lucio Gutiérrez y del Gobernador del Guayas.

“No quiero hacer ningún comentario que desestabilice al país, no me siento políticamente amenazado porque no tenemos enemigos de ningún tipo....No entiendo y me sorprende lo que está ocurriendo con la seguridad ciudadana, cuidémonos...”, dijo. “Lo que sucedió es un mal comienzo de un triste final. Los ecuatorianos debemos saber qué está pasando”, concluyó enérgico.