Un conductor suicida detonó su vehículo lleno de explosivos este miércoles ante un centro de reclutamiento del ejército en el centro de Bagdad, donde cientos de iraquíes hacían fila para ofrecer sus servicios al ejército, dejando al menos 47 muertos, dijeron fuentes estadounidenses y testigos. 
 
Este fue el segundo atentado suicida en dos días contra iraquíes que cooperan con la coalición estadounidense, luego de un ataque con un camión bomba contra una estación de policía en el sur de Bagdad, que dejó 53 muertos y varios heridos, entre ellos iraquíes que buscaban empleo. 
 
La explosión del martes en el cuartel fue al menos el noveno atentado con un vehículo bomba en Iraq este año y es posterior a las advertencias de funcionarios de las fuerzas de ocupación en el sentido de que los rebeldes incrementarían sus acciones contra los iraquíes que colaboran con los extranjeros, especialmente antes de la planeada entrega del mando del país a un gobierno provisional iraquí el 30 de junio. 
 
"Esto podría representar una nueva tendencia de la actividad terrorista, podría ser parte del patrón de intimidación en marcha que hemos visto recientemente", dijo el general de brigada Mark Kimmitt, jefe de operaciones militares en Bagdad, en una entrevista vía correo electrónico con The Associated Press. "Hemos señalado varias veces que en el camino hacia la autogobernabilidad podría darse un incremento en la violencia". 
 
Los informes sobre víctimas variaban. El mayor John Frisbie, vocero de la II Brigada de la I División Blindada, dijo que fueron 36 los muertos. Por su parte, el viceministro del Interior de Iraq, Ahmed Ibrahim, dijo que 47 personas murieron y 50 más resultaron lesionadas. Indicó a la prensa que "este crimen no detendrá la marcha popular hacia la democracia". 
 
Un hospital mientras tanto registró al menos 37 cadáveres, mientras que otro informó sobre uno más. 
 
La explosión ocurrió alrededor de las 7.40 en la instalación, localizada en el centro de Bagdad a menos de kilómetro y medio de la llamada Zona Verde, el área de fuerte seguridad donde la coalición encabezada por Estados Unidos tiene sus cuarteles, dijo un vocero. Las víctimas fueron todas iraquíes. Las fuerzas estadounidenses acordonaron la zona. 
 
Los restos calcinados del vehículo quedaron regados por el camino ante el centro, mientras bajo una fuerte lluvia soldados y agentes de la Oficina Federal de Investigaciones buscaban evidencias en el lugar de los hechos. 
 
El coronel Ralph Baker, de la I División Blindada, dijo que un sujeto a bordo de un Olsmobile modelo 1991 color blanco activó entre 123 y 225 kilogramos de explosivos. Cerca de 300 iraquíes estaban fuera de la estación de reclutamientos, algunos de ellos haciendo fila para sumarse al ejército y otros esperando para ir a un campo de entrenamiento en Jordania, dijo Ghasan Sameer, de 32 años y oficial del nuevo ejército iraquí, quien fue hospitalizado con lesiones en las piernas y heridas por esquirlas.