El Ministerio Público se ratificó ayer en el dictamen que emitió en el caso Filanbanco y en el que reformó el delito de peculado bancario –por el que inició el proceso en junio del 2000– por el de falta de entrega oportuna de información del banco a los organismos de control.

En este juicio, los ex directivos de Filanbanco, Roberto y William Isaías Dassum, enfrentan la acusación de malversación de fondos de los depositantes de la entidad, generada en el presunto mal manejo de dos créditos de liquidez, otorgados por el Banco Central a Filanbanco.

Los ex banqueros fueron responsabilizados de esa infracción por el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Armando Bermeo, quien desechó el dictamen fiscal y convocó a juicio plenario. Pero la resolución fue apelada y el caso pasó a la Segunda Sala de lo Penal de la CSJ.

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En esta instancia se efectuó ayer una audiencia de estrados en la que Walter Guerrero, abogado de los hermanos Isaías Dassum, argumentó la inocencia de sus clientes, pues a su criterio no existió peculado.