El acelerado proceso de envejecimiento de la población uruguaya, por la baja tasa de natalidad y la alta expectativa de vida, amenaza con quebrar la seguridad social y el sistema de salud si no se reforma rápidamente, según análisis de expertos publicados ayer en la prensa.

En unos veinte años, los uruguayos de 65 o más años serán la misma cantidad que los que tengan 15 o menos años, según recientes proyecciones de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Las cifras señalan que Uruguay se consolidará como el país con población más vieja de Sudamérica. El proceso de envejecimiento no es nuevo, pero se agudizó desde el 2000, en parte, por la fuerte corriente migratoria.

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El diario El País, de Montevideo, informó que los efectos comenzarán a presionar al sistema de seguridad social estatal antes de que el nuevo mecanismo de cuentas personales en las Administradoras de Fondos de Ahorro Previsionales se pueda consolidar.