Luego de cuatro intentos en 13 horas y media de esfuerzos este lunes se suspendió la operación de rescate de un legendario buque nazi hundido en 1939 frente a la costa uruguaya.

Las operaciones comenzaron con dificultades cuando se intentaba alzar desde las profundidades uno de sus equipos, de 27 toneladas de peso.

Los organizadores de la llamada operación   Rescate al Graf Spee no anunciaron de inmediato cuando podrían reanudar el intento de sacar del lecho lodoso del Río de la Plata una de las partes bélicas fundamentales del acorazado.

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En dos oportunidades se cortaron los cables de acero de una grúa y en otras dos por no fue posible enganchar el telémetro. El remolcador con la grúa retornaba al Puerto de Montevideo.

“Es frustrante que no se pudiera llevar a cabo el rescate porque es un evento histórico”, dijo apesadumbrado el capitán del remolcador Evangelio Izquierdo.

El rescate que se procuraba es de un pesado instrumento denominado telémetro, de tecnología secreta para la época. Era un artefacto óptico para mejorar la puntería del acorazado Almirante Graf Spee que causó estragos a la flota de los países aliados en la Segunda Guerra Mundial.

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En medio de un fuerte viento el lunes, la pieza fue sujetada por cables de acero y desde una grúa de 60 metros de altura se estaba intentando sacarlo del agua cuando uno de los cables de cortó.

Los encargados de la operación, estiman que la recuperación total de la nave demandará al menos tres años, pero se decidió comenzar con el rescate del codiciado instrumento, que habría motivado al capitán alemán hundir el barco a fin de evitar que ese equipo cayera en poder de los aliados.

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El Graf Spee se encuentra partido en dos a unos ocho kilómetros del puerto de Montevideo, frente al cerro que domina la bahía. Aproximadamente el 60 por ciento de su casco está sepultado en el lodo a unos siete metros de profundidad en la parte baja del Río de la Plata, en la zona de Punta Yeguas.

La magnitud de la operación de recuperación y el tiempo desfavorable con vientos de hasta 30 kilómetros horarios, determinó la utilización de dos remolcadores para respaldar a la grúa en las primeras tareas.

El capitán del remolcador Anglien Warrior, Evangelio Izquierdo, dijo que   venimos a asistir a la grúa porque el remolcador con el que salió de puerto tiene problemas para llevarla hasta el lugar del hundimiento. El remolcador original tiene poca potencia y el viento dificulta la maniobra.

El Graf Spee participó en diciembre de 1939 en la Batalla del Río de la Plata contra los cruceros aliados Achilles, Ajax y Exeter, a los cuales se unió el Cumberland.

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Luego del combate, el barco dañado entró al puerto de Montevideo, donde el 17 del mismo mes, cuatro días después de su llegada, el capitán Hans Langsdorff lo hundió. El marino se suicidó posteriormente en Buenos Aires.

Héctor Bado, encargado de la operación de rescate del telémetro, dijo el domingo que   eventualmente sacarlo va a demandar un tiempo más prolongado del previsto, originalmente estimado en tres horas.

El clima ya le ha causado problemas a los encargados de la operación de rescate, que inicialmente estaba programado para el miércoles, pero luego fue intentada el viernes y finalmente el lunes, pese a las malas condiciones.