Ayer, el gobierno argentino, a través del jefe de gabinete, Alberto Fernández,  indicó que no tiene previsto  convocar a un plebiscito para obtener un respaldo popular para su política sobre la deuda en mora, pero considera que el tema debe debatirlo la  sociedad.

El funcionario dijo que la cuestión de cómo se soluciona la deuda pública en mora por 81.000 millones de dólares, “no es si se paga un peso más o menos, (sino que) lo que verdaderamente se discute es el futuro de generaciones de argentinos”.

En Ecuador, dos analistas económicos consideran que la resolución de congelar bienes argentinos es una especie de represalia.

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“Lo es por el hecho de que Argentina ha mantenido una postura diferente. Además, no es que automáticamente se realiza el embargo, sino que tiene que irse a un proceso judicial largo”, dijo Fidel Márquez, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Espíritu Santo.

Galo Cabanilla, decano de la Facultad de Economía de la Universidad Tecnológica Empresarial de Guayaquil, opina que Argentina ha tratado de cumplir con los acreedores, “el problema es que tuvo una mala política para tratar con ellos”. Esto es un mal antecedente regional, advierte.