El movimiento en la botica del hospital Teodoro Maldonado Carbo, del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), al sur de Guayaquil, fue ayer bastante irregular.

Fueron pocos los afiliados y sus familiares que se acercaron a retirar medicamentos prescritos por los médicos de la institución y poco también lo que se despachó desde las 07h00 hasta las 19h00 que atendió la farmacia.

El déficit de medicinas se mantiene en esta botica por la falta de coordinación entre los trabajadores de la bodega y quienes atienden a los afiliados en dos ventanillas de la farmacia. Esto provocó que ayer se continuaran despachando las recetas a medias para los afiliados.

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Carlos Ochoa se acercó a la botica con dos recetas para su madre que está internada desde el pasado jueves. En una le pedían 3 ampollas de carbonato de sodio y en otra le prescribían tres tabletas de un medicamento denominado Furosemida.

La boticaria de turno solamente le entregó dos ampollas porque “están agotadas” y le sugirió otros medicamentos  porque el prescrito por el médico “no hay en la farmacia”.

“Esto ha sido así desde el jueves. Nunca entregan la receta completa y hay que ir a comprar afuera. Sin embargo, vienen otras personas por lo mismo y bien que les despachan”, se quejó Ochoa.

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A Roxana de Mera tampoco le entregaron la receta completa para su tío que está hospitalizado desde el viernes.