La fiesta musical en la que cada año se convierte la entrega de los Grammy, los principales galardones de la industria discográfica, está empañada por los aires de censura a raíz de la polémica desatada por Janet Jackson.

Mientras la Academia de Artes y Ciencias Discográficas ultima los detalles de esta ceremonia, prevista para el domingo en el estadio Staples de Los Angeles (California), la polémica continúa sobre la censura a la que se verá sometida esta transmisión.

La estadounidense Jackson, invitada para presentar el premio de honor a Luther Vandross, ha quedado fuera de la ceremonia después de que la breve visión de uno de sus senos por televisión en hora de máxima audiencia haya sido el principal recuerdo que ha quedado de la celebración el pasado domingo de la Superbowl, el partido final de la liga de fútbol americano.

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Esta visión erótica ha sembrado un escándalo que está afectando directamente la transmisión de los Grammy, que quiere censurar cualquier imagen ofensiva emitiendo la ceremonia en diferido con unos cinco minutos de retraso.

De esta forma, la cadena CBS encargada de la gala podría eliminar cualquier contenido visual o sonoro que ofenda a su público.

Se trata de un sistema similar al utilizado en otras ediciones en el campo del audio como ocurrió en 2001, cuando la Academia estaba preparada para borrar cualquier término ofensivo en el dúo interpretado por Eminem y Elton John.

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Una censura aún más irónica cuando el productor de esta velada, Ken Ehrlich, había asegurado hace tan sólo una semana que "los Grammy representan la libertad de expresión".

"La entrega de los Grammy es una de las pocas galas que fomenta la espontaneidad para que cada uno pueda decir lo que quiera", indicó Ehrlich a la prensa.

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Sus palabras no estaban preparadas para la ola de moralidad que ha levantado el escándalo de Janet Jackson, pero se mantienen en lo que se refiere a la opinión de los artistas en el escenario y en concreto a la interpretación del tema "Where Is the Love".

La canción contraria a la guerra será interpretada durante esta ceremonia por los "raperos" "The Black Eyed Peas" junto a Justin Timberlake, quien pese a ser el que arrancó la pieza de vestuario que dejó al descubierto el pecho de Jackson sigue presente en la entrega de los Grammy.

Será una de las 18 actuaciones musicales de una gala que comenzará a las 17h00 hora local (01h00 GMT del lunes) en lo que se refiere a la entrega de las principales categorías.

Timberlake tendrá también la oportunidad de cantar en solitario en un escenario por el que además pasarán Sting, Dave Matthews, Vince Gill y Pharrell Williams, estos últimos para rendir homenaje a los Beatles en el 40 aniversario del paso del grupo de Liverpool por el programa de televisión "The Ed Sullivan Show".

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Madonna, Beck, Queen Latifah y Amy Lee también colaborarán a la hora de presentar los premios a los galardonados en una ceremonia en la que los cantantes compartirán el escenario con estrellas de la pantalla como Ellen DeGeneres, Cuba Gooding Jr., Jack Black, George López o Sarah Jessica Parker.