‘Colaboración para seguridad y prosperidad’ fue el título del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, efectuado del 21 al 25 de enero de este año. Conformado en su mayoría por líderes mundiales, es uno de los mayores encuentros privados de élites. Como siempre, el porcentaje de mujeres en el Foro fue mínimo y este es, en general, inaccesible para los grupos sociales que desean participar en los temas globales que les atañe.

El objetivo del suizo Klaus Schwab, mentalizador del Foro de Davos, es que este desempeñe un papel de liderazgo, reuniendo cada año a los creadores de opinión y tomadores de decisiones más influyentes del mundo para que aborden cuestiones concernientes a la política económica global. Los que ponen su dinero para intervenir en Davos quieren también un retorno, por eso no sorprende que este Foro económico privilegie los intereses de los países ricos sin considerar las necesidades de los países pobres.

La América Latina, con sus países subdesarrollados, a excepción del Brasil, que empieza a mostrar una verdadera fuerza, se encuentra atrapada en el círculo infernal de la pobreza repetitiva y continúa siendo un deslugar y víctima no prioritaria en la agenda de todos los organismos internacionales.

Por primera vez Ecuador, ese gran desconocido del Pacífico, hace su ingreso a este Foro a través de su presidente Lucio Gutiérrez. Único mandatario latinoamericano presente, alzó su voz en nombre de toda América Latina para resaltar el hecho de que esta no figuraba en la agenda política de Davos y pidió más atención para esa región. En todas sus alocuciones y conferencias de prensa aludió al peso de la deuda externa y a la corrupción, habida cuenta que ambas impiden el desarrollo social y económico del país, e hizo un llamado al resto de países de la región para crear una alianza sobre bases firmes para luchar contra la corrupción que socava los cimientos de la sociedad, recalcando que ningún desarrollo es posible ni sustentable sin un trasfondo ético.

Entre sus varias reuniones bilaterales se encuentra la realizada con el Procurador General de los Estados Unidos, quien felicitó al Presidente por la lucha contra la corrupción como política de su gobierno, prometiéndole cooperación para extradiciones de ciertos banqueros y otros transgresores de la ley, pero siempre dentro de un marco jurídico. Su reunión con la representante del Fondo Monetario Internacional se realizó en una atmósfera amigable, abriendo un espacio para una renegociación más flexible de la deuda, con más comprensión de las necesidades apremiantes del pueblo ecuatoriano. En breve, el Mandatario ecuatoriano instó a los organismos internacionales y a las transnacionales para que conjuguen sus intereses con los de la humanidad pues, de otra manera, “es una bomba de tiempo que puede estallarnos en la cara en cualquier momento”, dijo.

Acompañado de su ministro de Economía, Mauricio Pozo; de su ministra de Comercio, Ivonne Baki; y del presidente ejecutivo de la Corpei, Ricardo Estrada, el presidente Gutiérrez demostró su satisfacción por los acuerdos obtenidos con la Cooperación Suiza para el Desarrollo, con el Presidente de Polonia y con importantes inversionistas, quienes viajarán a Ecuador en los próximos meses.