Por boca del mismo ex embajador ecuatoriano en Buenos Aires, el canciller argentino, Rafael Bielsa, se enteró de las irregulares actuaciones de Germánico Molina en la causa de violación del arresto domiciliario que cumple el ex represor de la dictadura militar en Argentina, Carlos Suárez Mason, aseguró esta mañana durante una entrevista en Citynoticias (89.3 FM).

El canciller argentino explicó que él conversó telefónicamente con Molina para confirmar la recepción de un fax anónimo de un ciudadano indignado que denunció que "un auto Audi con patente diplomática 0027 había retirado al ex general Suárez Mason el día 23 de enero del 2004 a las 09h00 y lo retornó a su casa el 24 a la 01h30".

"Todos los detalle de lo sucedido me los dio el embajador Molina cuando lo llamé telefónicamente", expresó Bielsa. "Lo llamé y le pregunté y él aceptó inmediatamente que pasó por la casa del ex general, a pedido de un señor de apellido Chiriboga, amigo de Suárez Mason en la época en que este militar prestó servicios como agregado militar argentino en Ecuador".

Publicidad

"En esa conversación me dio otros detalles como que la fiesta, realizada en el club Argentinos Juniors, la organizó  Emilio Assad y una hija del señor Assad practicaba bailes orientales".

Consultado sobre su opinión ante la actuación de Molina, Bielsa dijo: "Prefiero no hacer conjeturas porque hay una actuación judicial en curso, ayer ya di declaraciones; pero definitivamente, hay hechos objetivos, la manera de proceder sin ningún recaudo frente a los ojos de la ciudadanía,  hace pensar que la cita estaba convenida".

"En el supuesto caso de que se hubiese cometido un delito, que lo debe dilucidar la justicia, sería de  coautor de violación del arresto domiciliario. Así, si los jueces argentinos determinan a través de un exhorto diplomático que requieren al ex embajador Germánico Molina, Ecuador deberá resolver si accede o no a la extradición", dijo el Canciller argentino.

Publicidad

Rafael Bielsa destacó el manejo diplomático realizado por el canciller ecuatoriano, Patricio Zuquilanda, "fue un episodio diplomático, pero la reacción inmediata de Patricio Zuquilanda demostró la solidez de nuestras relaciones. El Canciller conjuró cualquier riesgo", expresó al comentar que solo tiene "palabras de ecuanimidad por el profesionalismo como se manejó el tema", ya que "en menos de 20 minutos me respondió que se decidió retirar al embajador".