La cancillería debe disculparse ante el gobierno argentino por el escándalo protagonizado por Germánico Molina, ex embajador en ese país, según afirmó este miércoles el presidente de la comisión de asuntos internacionales del Congreso, Carlos Vallejo. 
 
"La cancillería debe, inmediatamente, enviar una misión de altísimo nivel, de dos o tres ex cancilleres ecuatorianos de alto peso, a pedir disculpas al gobierno y al pueblo argentino", dijo Vallejo a la prensa. 
 
Se refirió así a lo que los periódicos titularon este miércoles "un bochorno diplomático al escándalo protagonizado por Molina en Buenos Aires el viernes, cuando ayudó a eludir el arresto domiciliario del ex general Guillermo Suárez Masón, acusado de violar los derechos humanos durante la dictadura de su país". 
 
Molina, según lo dijo la víspera el canciller Patricio Zuquilanda, admitió  haber cometido ese error, por lo que fue removido de su cargo el lunes, retornando el martes al país. 
 
 Vallejo señaló que Ecuador, tras presentar sus disculpas ante el gobierno de Argentina debe   designar inmediatamente un embajador de carrera, también de alto nivel, para que restablezca relaciones, que demuestren al gobierno y al pueblo argentino que el Ecuador se disculpa y busca un mejor camino. 
 
Los medios de prensa de Ecuador fustigaron duramente el miércoles a Molina, de 52 años, afirmando que, como un ex teniente coronel de policía, no contaba con la preparación diplomática adecuada para ocupar el puesto de embajador en Argentina, una nación muy importante para el gobierno ecuatoriano. 
 
Molina, precisó la prensa, no tiene título universitario, una exigencia básica para ingresar al cuerpo diplomático, y su designación se debió a una   orden superior, puesto que es miembro del partido de gobierno Sociedad Patriótica. 
 
Al considerar esto, Vallejo dijo que "con este antecedente, el presidente de la república Lucio Gutiérrez, debe revisar su conducta para nombrar a los embajadores y a los cónsules". 
 
Según reiteradas denuncias de opositores políticos del gobierno, el servicio diplomático se encuentra invadido por familiares, amigos, y partidarios de Gutiérrez, que no tienen ni la preparación, ni los requisitos mínimos para formar parte de la diplomacia. 
 
Gutiérrez, que ordenó el lunes el retiro inmediato de Molina, advirtió a través de la vocera gubernamental Yolanda Torres que no tolerará   malos comportamientos de los funcionarios del servicio exterior.
 
"No aceptaré ningún tipo de comportamiento que deje en mal predicamento al país", afirmó el mandatario en un escueto comunicado leído a la prensa el miércoles por la funcionaria.