Sobre el hecho de que se esté liberando a reos  beneficiados por no tener sentencia tras estar un año en prisión, resulta irónico que existan magistrados temerosos de cumplir su deber de aplicar la ley tal como les enseñaron en las universidades.

Los legisladores, para hacer una reforma o crear una ley, deben consultar obligatoriamente que esta no tenga disposiciones contradictorias con la Constitución, so pena de ser declarada inconstitucional.

Era obligación no aplicar la  detención en firme por parte de los jueces, porque se contrapone a la Constitución,  (Art. 24 Numeral 8) y el Art. 173-A del Código de Procedimiento Penal, más aún cuando la Constitución en el  Art. 24 numeral 2, dice que en caso de conflicto entre dos leyes que contengan sanciones, se aplicará la menos rigurosa, aun cuando su promulgación  fuere posterior a la infracción; y en caso de duda, la norma que contenga sanciones se aplicará en el sentido más favorable al encausado.

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Por lo que debió ser declarada inconstitucional e inaplicable. La declaratoria deja en libertad a cientos de detenidos, pero se ganaría en imagen internacional, pues se vería madurez de la justicia ecuatoriana ya que el descrédito que tenemos es justamente por esto; miles de capitalistas del mundo no quieren venir a Ecuador a crear fuentes de trabajo e invertir, ya que la inseguridad jurídica genera desconfianza, y al no existir trabajo promueve la delincuencia.

Por eso los jueces y magistrados deben dejar el temor a ciertos grupos interesados en mantener el dominio del sistema judicial. Existen tribunales penales donde sin pruebas suficientes, sentencian a personas, que en muchísimos casos ni siquiera tienen el auxilio de un defensor público, sino en el momento en que se lleva a cabo la  audiencia, lo que no es suficiente porque ya están en desventaja.

Este error es una vergüenza para el Parlamento, y que las honrosas excepciones me digan por qué dejaron pasar este Art. 173-A del CPP (Código de Procedimiento Penal) siendo inconstitucional.

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Ab. Hilton Rosado Espinoza
Guayaquil

La sociedad anhela una regeneración humana, un cambio positivo de aquellas personas que habitan en nuestro centro penitencial.

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Vemos que reos se cortan los dedos tratando de decirnos que necesitan atención y ayuda. Será posible ayudarlos si todos nos unimos y damos nuestro pequeño aporte para la regeneración de la penitenciaría y de los seres humanos que allí habitan.

María de Lourdes U. de Franco
Guayaquil

Violadores, ladrones..., piden a gritos su libertad. ¿Por qué no pensaron antes en las consecuencias de sus malas acciones?

Vergonzoso es para el sistema judicial de nuestro país, liberar a reos peligrosos que ni siquiera han sido juzgados.

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Sandra J. Aguirre M.
Nueva York, EE.UU.