Estamos en presencia de un fenómeno complejo, de erosión y contaminación aceleradas de las playas de Salinas, que requiere estudios científicos multidisciplinarios al mejor nivel, y de la decisión y gerenciamiento de obras impostergables para recuperar al que debe considerarse, el mejor balneario del Pacífico de Sudamérica.

Esta tarea debería ser llevada a cabo por una fundación similar a la que logró el impresionante éxito de recuperación de los malecones Simón Bolívar y del estero Salado en Guayaquil, y que se tomen como antecedentes los aciertos y errores de la recuperación de las playas de Cartagena, Colombia; y Mar del Plata, Argentina, realizadas con tecnologías disponibles en nuestro medio.

Ing. Guillermo Di Pace
Guayaquil