El gobierno del presidente Hugo Chávez celebra el aniversario de su fallido golpe de estado en 1992, mientras la oposición rechaza el hecho que socavó la democracia y desfila con prendas negras, en señal de luto por las decenas de personas que murieron en la intentona.
 
Centenares de manifestantes oficialistas con pancartas en respaldo al mandatario recorrerán las calles capitalinas hasta el hipódromo de La Rinconada, que está en el suroeste de la capital, donde Chávez clausurará los festejos.
 
Mientras tanto, la oposición convocó para finales del día una protesta en el este de la capital, denominada   La marcha del silencio, para expresar su rechazo a la celebración oficialista y al fallido golpe.
 
La alianza opositora de la Coordinadora Democrática llamó a los venezolanos a salir el miércoles con prendas negras en señal de duelo por las decenas de personas y militares que murieron en la intentona golpista.
 
Unos 5.000 miembros de los cuerpos de seguridad fueron enviados a custodiar las principales avenidas de la ciudad para evitar posibles disturbios callejeros, informó el director de coordinación policial del Ministerio del Interior, Danny Azuaje.
 
Chávez, un teniente coronel izquierdista, permaneció en la cárcel durante dos años después del fallido golpe y luego se lanzó como candidato presidencial resultando ganador en las elecciones de diciembre de 1998.
 
Para el oficialismo la intentona del 4 de febrero de 1992, que trató de sacar del gobierno al ex presidente Carlos Andrés Pérez, es considerada una fecha histórica que abrió el camino al proceso   revolucionario promovido por Chávez.
 
Desde que asumió el gobierno en febrero de 1999 Chávez ha festejado el fracasado golpe a pesar de las fuertes críticas de grupos opositores que califican la fecha como una   mancha en las cuatro décadas de democracia en Venezuela.
 
Doce años después de la asonada del 4 de febrero Venezuela paga el alto precio de aquella aventura. Sus instituciones no fueron renovadas, sino abatidas...Chávez pretende convertir el 4 de febrero en una fiesta nacional. Es la glorificación del golpismo, ahora convertido en pesadilla, señala el editorial del diario local El Nacional.