El amor, la fortuna, el placer y hasta el empleo se consiguen supuestamente sin complicaciones. Al menos es lo que creen los vendedores de las esencias para la suerte, que se expenden en varios sectores de la ciudad.

Uno de ellos es el shaman Jessyjó, quien promociona su “efectivo” abre caminos, en un local ubicado en el Mercado Central de la ciudad.

El lugar no es el único, pues otros cinco locales también exhiben sus productos en las perchas de madera, que pueden apreciarse desde la mitad de los pasillos.

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No representan competencias, dice el hombre de tez trigueña y contextura gruesa, pues según él su éxito está en la sabiduría y en la experiencia que tiene para desbaratar conjuros y mezclar esencias que llamen a la prosperidad.

Pero algunos se limitan a vender las “recetas” que llevan los clientes. Así lo hace la dueña del local La Botánica de Ketty, quien ignora el significado real de los frasquitos de una onza que ella entrega por el valor de un dólar.

Sin embargo, sí se beneficia de lo que generan las 15 o 20 personas que la visitan a diario en busca de una pócima.

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El bajo costo de los productos se debe a que en la plaza no se paga piso ni aire acondicionado, como en los establecimientos donde esa misma cantidad se la adquiere a 3 o 4 dólares.

¿Verdad o mentira?
Quienes creen en las esencias alegan que el secreto de que funcionen se encuentra en la fe que ponga la persona.

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Según el shaman, ”si la persona no confían en el esoterismo el hechizo y las buenas vibras no llegan nunca”.

Jenny Cedeño, quien utiliza los brebajes semanalmente, cree en su efectividad.

Desde hace 5 años ella riega su peluquería con las esencias “don dinero” y “ven a mi”, y sostiene que nunca le falta la clientela y la plata.

Aunque científicamente no es comprobado, los vendedores y quienes lo adquieren hablan de su efectividad.

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Para adquirir las pócimas de la buena suerte acude al local de Samira, ubicado en García Avilés y Luque, donde, según la empleada Mariana Cárdenas, llegan diariamente 40 personas.

Los clientes son mujeres en su mayoría, pero también van los hombres que tienen algún problema.

El listado de esencias es inmenso. Abre caminos, vencedor, lazos de amor, rompe zarague, don dinero, zándalo, claveles, menta, rosas, sígueme sígueme, saca sal, oro, la plata y arrastradora, forman parte del mundo esotérico.

Dicen que su efectividad también radica en que antes de usarlos las personas se hagan una limpia o un baño de saca sales.

Las esencias venden la ilusión de que en lo sentimental se puede hallar un amor, acercarlo cuando está lejos, hipnotizarlo para que solo tenga ojos para usted y hasta dejar de amar.

En lo profesional ofrecen supuestamente éxitos en los negocios, más clientes y permite que al dueño de un local nunca le falte el dinero.

También existe una esencia que dice alejar a los envidiosos y solucionar cualquier problema con el jefe.

Cada pócima trae consigo una oración, que la complementa.