La falta del servicio de recolección de basura y de más líneas de transporte que ingresen hasta el conjunto habitacional (solo la 131-2 lo hace) son las necesidades que expresan las 15 familias que ya ocuparon las casas del Plan Mucho Lote. Pero la básica es “que la gente venga a vivir”, manifiesta Iván García, quien habita allí con su esposa y sus tres hijas. En su caso, el proceso de adquisición de su vivienda fue rápido porque compró la estructura al contado y lo tramitó directamente con el Municipio de Guayaquil.

Otro morador, Alberto Coello, asigna 7 puntos sobre 10 a la vivienda. “El piso no tiene acabado y las ventanas no tienen rejas”, manifiesta. Él ha invertido 400 dólares en las adecuaciones aunque el monto va en aumento porque aún le falta el cerramiento. El alto interés es otro problema. Según Coello, debe cancelar 17,3% mensuales por este concepto. Las líneas 63  y la 131 (frecuencia 1) también  ingresan a la ciudadela las Orquídeas, que se encuentra junto al conjunto habitacional.