El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, abogó este martes por la creación de un vasto "movimiento político" mundial contra el hambre, aunque puso en guardia contra iniciativas de países ricos  que, con pretexto de solidaridad, "sólo quieren ayudar a su propia producción  agrícola".
 
"O creamos un movimiento político para resolver el problema del hambre o la  solución será muy difícil", dijo Lula, al conmemorar el lanzamiento de su  emblemático Programa Hambre Cero en Brasil.
 
Lula -que la semana pasada lanzó en Ginebra una campaña de solidaridad  mundial junto a sus colegas de Francia y Chile, Jacques Chirac y Ricardo lagos,  y al secretario general de la ONU, Kofi Annan- dijo que iba a "empezar a mandar  cartas a todos los presidentes, pidiendo sugestiones".
 
Instó a los sindicatos, las iglesias y las ONGs de su país a hacer otro  tanto, para sensibilizar a sus interlocutores de todo el mundo sobre el  problema del hambre.
 
"No quiero ser el padre del niño ni sacar patente de la campaña, lo que  quiero es el resultado final; si se resuelve el problema del hambre en el  mundo, estaré satisfecho", afirmó.
 
Lula advirtió sin embargo que había que tener "mucho cuidado" con las  propuestas de los países ricos, "que muchas veces lo único que quieren es  ayudar a su propia producción agrícola".
 
"Lo que necesitamos crear esla idea fija de que el combate contra el hambre  está vinculado al desarrollo, al crecimiento económico y a la distribución de  renta", enfatizó.
 
El jefe de Estado brasileño explicó todas las dificultades, burocráticas y  economicas, que el Programa Hambre Cero tuvo que enfrentar en Brasil.
 
El gobierno unificó en octubre los dispersos programas sociales del país,  llegando a brindar atención a 1,9 millones de familias necesitadas.
 
Asistió a la ceremonia Patrus Ananías, nombrado este mes al frente de un  nuevo ministerio de Desarrollo Social y Combate al Hambre, surgido de la fusión  de otras dos carteras.