En su plan presupuestario, enviado el lunes al Congreso, el presidente George W. Bush dijo que los refugiados y asilados que enfrentan el vencimiento de sus pagos de Seguridad Social por discapacidad deberían recibir una extensión de un año a fin de que tengan más tiempo para hacerse ciudadanos estadounidenses.

La propuesta es bienvenida, pero es suficiente para ayudar a un sector poblacional considerado vulnerable, dijo Kevin Appleby, director de políticas migratrorias y de refugiados para la Conferencia Episcopal de Estados Unidos.

“No debería haber un límite para refugiados y asilados. Ellos deberían tener derecho a los pagos sin importar cuánto tiempo han estado en el país”, dijo Appleby.

Publicidad

En septiembre, el gobierno federal comenzó a recortar pagos suplementarios de seguridad social a miles de refugiados y asilados ancianos o discapacitados. Una reforma de seguridad social de 1996 requiere que todos los asilados y refugiados que entraron el país después de del 22 de agosto de ese año se hagan ciudadanos en siete años o pierden sus pagos de seguridad social.

Miles de refugiados y asilados vieron vencer sus plazos el año pasado. Algunos que no son aún ciudadanos han tenido problemas para aprender inglés, porque son ancianos o están enfermos, mientras que otros han enfrentado trabas burocráticas.

Bush reconoce que algunos individuos no han podido obtener la ciudadanía en el plazo previsto a causa de una combinación de demoras en el proceso, dice el gobierno en un documento.