Los indígenas ecuatorianos señalaron como "político"  el atentado contra Leonidas Iza, presidente de la Confederación de  Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie) que dejó tres personas heridas en  la noche del domingo al norte de Quito y denunciaron que son objeto de  una persecución. 
 
Gilberto Talahua, coordinador del Movimiento Pachacutik, brazo político de  la Conaie, dijo que dos sujetos dispararon contra Iza sin impactarle  porque se lanzó al piso, en tanto que resultaron heridos a balazos su hijo  Javier (23 años), su hermano Rodrigo (33) y su sobrino Camilo Tixe (17). 
 
"Este atentado que es político se produjo cerca de las oficinas de la  Conaie al norte de Quito, pues habíamos llegado de un viaje", explicó Talahua  quien exigió al gobierno del presidente Lucio Gutiérrez una investigación,  porque "este atentado criminal es una cosa muy grave". 

Durante una rueda de prensa esta mañana, Leonidas Iza, a su turno, informó que "me salvé porque mi hijo Javier me echó al  piso cuando los hombres dispararon" y comentó: "me querían a mí porque uno  dijo: a tí te matamos". 
 
"Estos hechos son parte de una persecución política", afirmó Iza que aunque trataba de mostrarse tranquilo,  no podía ocultar el nerviosismo que le produjo el incidente. "Uno de los  objetivos es amedrantarme, pero no lo van a lograr", afirmó. 
 
Iza ha llamado públicamente "traidor" al presidente Lucio Gutiérrez luego de que  el mandatario rompiera una alianza con los aborígenes que lo llevó al poder en  las elecciones de 2000. "Lucio es un traidor al pueblo porque no ha cumplido  con las ofertas de campaña", ha dicho Iza. 

Los atacantes lograron huir sin ser identificados, indicó Talahua que  manifestó que, según los testigos, los sicarios eran uno de raza negra y un  blanco, que se apearon de un automóvil rojo que tenía las placas adulteradas. 

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"Si Lucio no rectifica su política neoliberal y fondomonetarista, los  indígenas realizaremos protestas y es posible que lleguemos a un  levantamiento", dijo Iza. 

También el diputado Ricardo Ulcuango, de Pachacutik, responsabilizó al gobierno del  atentado. 
 
"El gobierno tiene la obligación de precautelar la vida de los ecuatorianos  y particularmente de dirigentes indígenas que vienen siendo amenazados desde  hace tiempo", dijo Ulcuango y señaló que "si no los ubica se estaría  confirmando la responsabilidad gubernamental en el hecho". 
 
Delicado de salud

 Javier Iza fue intervenido quirúrgicamente en la clínica Cotocollao, donde  le aplicaron 18 pintas (bolsas) de sangre, y los médicos dijeron que su  estado es delicado, ya que las balas le afectaron los riñones, el tórax y el  hígado. 
 
Ulcuango explicó que desde hace algún tiempo varios dirigentes indígenas,  como Talahua, Humberto Cholango, presidente de Ecuarunari, y él (Ricardo  Ulcuango), entre otros, "venimos siendo amenazados de diversas formas". 
 
"Las amenazas a dirigentes indígenas y a periodistas, así como este intento  de asesinato a Leonidas y el involucramiento en el Plan Colombia son parte de  un proyecto político represivo que se va consolidando en el país y que va  contra la propia democracia", afirmó Ulcuango. 
 
El dirigente aseguró que con el involucramiento en el Plan Colombia,  apoyado por Estados Unidos para combatir el narcotráfico en su vecino del  norte, "Ecuador está asumiendo formas de persecución política propias del  hermano país norteño". 
 
"Nos están llevando por un camino peligroso, un camino donde se asesina a  quienes discrepan con el poder, y eso no se puede permitir. Eso no lo vamos a  aceptar", concluyó Ulcuango. 
 
El comandante de la Policía, general Jorge Poveda, a su turno, informó que  se están realizando las investigaciones pertinentes tanto en el caso del crimen  de Campana como en el atentado a Iza. 

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Leonidas Iza había llegado minutos antes procedente de La Habana, Cuba,  donde participó en el III Encuentro Hemisférico de Lucha contra el ALCA. 

Baca Carbo visitó Conaie

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El ministro de Gobierno, Raúl Baca Carbo, quien llegó hasta la sede de la Conaie en la mañana no fue recibido por la dirigencia, que en esos mismos momentos realizaba la denuncia de que el atentado tenía cariz político.

"Yo  no entré al gobierno para perseguir a nadie", fue la única declaración del premier.