Desde hace una semana más de cincuenta familias se dedican a la tarea de rozar y levantar cabañas de caña con techo de plástico, en un terreno situado en el kilómetro 13 de la vía a Daule, frente a la urbanización Caracol.

El terreno tiene más de 2.000 metros cuadrados y en la parte frontal que da a la vía Daule está cerrado con paredes de cemento, pero los invasores han abierto varias entradas por donde ingresan el material para tomar posesión de su parte de tierra.

Anastasio Santos, de 35 años, acudió ayer con su esposa a observar el sector porque un amigo le dijo que el dirigente de la invasión, que no estaba en ese momento y del que prefería reservarse su nombre, cobraba 25 dólares por el derecho de posesión y 2.000 dólares por el terreno.

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“Pero no sé si estará permitido invadir aquí porque está cercado”, le preguntaba a su esposa.

Ayer, los supuestos invasores llegaron con machetes, gasolina y fósforos, para rozar y quemar los montes que se encuentran en gran parte del terreno, que está sobre una pequeña elevación.

Una mujer que tenía levantada una cabaña comentó que venían de las inmediaciones de Colisa.