Las fuertes lluvias que caen sobre varias regiones de Brasil desde finales del año pasado causaron 75 muertes tan sólo en el mes de enero, según estadísticas del Ministerio de Integración Nacional citadas hoy por la prensa.
 
Los aguaceros provocaron daños en 295 municipios de 15 de los 27 estados del país, destruyeron 79 puentes y 2.500 viviendas, y causaron daños en 11.884 kilómetros de carreteras, según las cifras divulgadas por el diario "O Globo".
 
Como consecuencia de las lluvias típicas del verano austral, 14.943 personas perdieron sus viviendas en todo el país y otras 38.750 tuvieron que abandonar temporalmente residencias inundadas o en riesgo, de acuerdo con la secretaría nacional de Defensa Civil.
 
Las regiones más afectadas han sido los estados del empobrecido nordeste brasileño, que durante varios meses del año sufren una fuerte sequía y actualmente tienen ciudades aisladas por las inundaciones.
 
Los temporales también han causado estragos en los tres estados más poblados del país, Sao Paulo, Minas Gerais y Río de Janeiro, en donde las lluvias han castigado principalmente las barriadas pobres construidas irregularmente en empinadas montañas.
 
En Sao Paulo, los temporales habían causado hasta el viernes la muerte de 27 personas, heridas a 27 más y alrededor de 3.000 damnificados en 88 municipios, según la Defensa Civil.