Aproximadamente 350 personas, entre familiares, amigos y funcionarios de Petroecuador y Petrocomercial, estuvieron presentes en la inhumación de los restos de Patricio Campana, ex funcionario de la estatal petrolera, asesinado a tiros por tres sujetos, el viernes pasado.

Según testigos, uno de los delincuentes le disparó y el técnico petrolero murió a los pocos minutos en la clínica San Francisco, hacia donde fue trasladado.

Campana investigaba el robo de combustible que se perpetraba contra Petroecuador y estaba por terminar un informe para presentarlo a las autoridades de esa entidad.

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El cuerpo fue cremado en el camposanto Monte Olivo, en Quito, según dijeron familiares. La misa de honras se inició a las 12h00, pero no fue permitido el acceso a la prensa.

Pedro Espín y Pablo Rosero, presidente y vicepresidente de Petroecuador, estuvieron en el acto fúnebre, no así los funcionarios del Gobierno.

Uno de los allegados a Patricio Campana, quien no quiso identificarse, dijo que la familia teme que este crimen quede en la impunidad, y pidió a las autoridades que presionaran para que se haga el seguimiento del caso hasta encontrar a los responsables.

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Mientras tanto, el jefe de la Policía Judicial de Pichincha, coronel Juan Soza, mantuvo en reserva el desarrollo de las investigaciones.

No obstante, fuentes de la Policía indicaron que una mujer y un hombre joven están detenidos como sospechosos del asesinato. Uno identificado como Kevin F., de 19 años, quien se encuentra asilado en la Clínica de Unidades Médicas, ubicada en el centro de la ciudad, pues tiene tres heridas de bala en su pierna izquierda, pese a que ayer afirmó que no tuvo ninguna participación en el asesinato de Campana.

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La mujer fue identificada como Nancy H., supuesta propietaria de vehículo en el que huyeron los asesinos.