Más conocida como la Píldora del día siguiente, la pastilla R-U 486, tiene un nombre que alude a un arma de destrucción, más que al fármaco de contracepción femenina, descubierto en 1980 por el Dr. Etienne-Emile Baulieu.

Aunque este método que impide la fecundación no es nuevo, vuelve a ser motivo de debate en el escenario mundial, después de que un grupo de expertos recomendó hace varias semanas a la Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (FDA), que se venda en las farmacias norteamericanas sin necesidad de una prescripción médica.

La posición de la FDA motivó la reacción de la Iglesia católica, particularmente en México, donde se amenazó con excomulgar a las mujeres que la usen.

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El panel de expertos votó 23 a 4, a favor de suprimir la necesidad de una receta médica como requisito para comprar la píldora, pero ese voto “no reflejó los candentes desacuerdos entre los miembros del panel sobre si la acción de la píldora es abortiva y si un abastecimiento mayor tendería a un sexo casual y desprotegido”, según un artículo publicado por el diario The Washington Post.

Si la FDA acepta la recomendación, las mujeres que temen un embarazo no deseado podrían comprar el tratamiento de dos pastillas de progestina tomadas en un espacio de 12 horas cada una y en el lapso de 24 horas después de la última relación sexual.

Desde 1999, cuando la píldora del día siguiente fue aprobada solo con una prescripción médica, 2,4 millones de mujeres norteamericanas la han utilizado, afirmó para The Washington Post, el fabricante de esta medicina, los Laboratorios Barr, de Woodclifflake, que además asegura que “Ocho embarazos serían esperados por cada 100 mujeres que tienen sexo sin protección en la mitad de sus ciclos menstruales, pero solo un embarazo resultaría si todas ellas usaran la píldora, también llamada Plan B, entre las 72 horas, pero si las píldoras se toman dentro de las 24 horas, resultarían solo en 0,4 embarazos”.

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La FDA no tiene la obligación de aceptar la “recomendación”, pero generalmente sigue los consejos de sus expertos.

RU-486 ya está disponible sin prescripción médica en California, Washington y otros estados norteamericanos, pero debe ser requerida a un farmacéutico que da asesoría sobre su uso. El Plan B está aprobado en 101 naciones y es vendida sin prescripción en 33 de ellas.