La temperatura alcanzó los 35° el pasado 24 de enero, según informó ayer el Inocar.

“El calor en Guayaquil es insoportable”, es una frase que repetían constantemente los ciudadanos que circulaban ayer por el centro de la urbe, cuando a las 09h00, la temperatura alcanzaba los treinta grados centígrados.

Los habitantes caminaban a un ritmo acelerado con sus gafas oscuras, otros trataban de protegerse del sol con gorras, pañuelos, carpetas o hasta periódicos.

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También, hubo aquellos que optaron por buscar sombra en los pequeños árboles ubicados en la avenida principal del centro de la ciudad.

Personas como Doris de Ríos junto a su hija (del mismo nombre) recorren la avenida 9 de Octubre desde Tungurahua hasta el Malecón con sus grandes paraguas, los que se convirtieron ahora en sombrillas, “nosotros somos comerciantes, recorremos la urbe, así que necesitamos protegernos del sol”, repetía la señora.

En esta última semana de enero, los negocios de refrescos han aumentado notablemente sus ingresos. Silvio Monroy vende diariamente quince jarras de limonada a diez centavos, desde las 11h00 hasta las 17h00, a lo largo de la avenida Quito, “antes vendía la mitad, pero el calor me ha beneficiado mucho”.

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Al mediodía de ayer, el calor aumentaba, tanto así que a las 12h15, los granizados que expende Alfredo Ribera se agotaron. Él recorre con su carretilla todo el centro y afirma que en el día entregó más de cien granizados, “hay quienes me piden hasta cuatro vasos”.

Pero no solo las ventas fueron de jugos, granizados y bebidas gaseosas, además durante la mañana hubo quienes se sentaron en las esquinas a beber una cerveza helada.

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Los almacenes de electrodoméstico se vieron abarrotados de clientes que se acercaban a adquirir ventiladores o acondicionadores de aire.

Eduardo Nivela, jefe de almacén de Créditos Económicos, situado en Luque y Escobedo, indicó que por día están vendiendo cuarenta ventiladores (de piso o pedestal) y diez acondicionadores, “estos días las ganancias han aumentado en el 100%”, explica el funcionario.

Los guayaquileños no entienden por qué el sol ha estado tan fuerte las últimas semanas, “solo nos queda esperar que la temporada cambie”, manifiesta Carlos Negrón, mientras camina por las calles Quito y Hurtado, se seca el sudor con su pañuelo.

Incluso las farmacias tuvieron más clientes: los que se acercaban a comprar pastillas para aliviar el dolor de cabeza producido por el calor.

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PARA ANOTAR
EQUIPOS
Los valores de los ventiladores fluctúan entre 17, 20 o 25 dólares, dependiendo del modelo y la marca, y el precio de los aires acondicionados oscilan entre 200 y 800 dólares, según también el modelo, la capacidad para enfriar y el tamaño del aparato.

Mientras que las gafas y las sombrillas se venden en el centro de la ciudad por un dólar.

NO HAY REGISTRO
El comandante Jorge Martínez, de la Defensa Civil, señaló que no se han reportado desmayos de personas que hayan sufrido alguna insolación.

BOLOS
Las fuertes temperaturas que soporta la ciudad desde los primeros días de enero motivan a que la gente se dedique a la venta de bolos caseros, preparados con jugos o con cola. Estos se los comercializa en ciudadelas del norte de la ciudad y se los vende entre $ 0,50 y $ 1, dependiendo del tamaño.