¿Debemos poner el letrero de la autoridad en los puentes? ¿Qué les parece si en Carondelet se ubica un letrero que diga: “Este Gobierno es una obra de fulano de tal y sus socios"? Es de conocimiento general quiénes respaldaron y financiaron al actual Gobierno para que llegara al poder.

En la vida hay puentes que nos conducen a la felicidad, al logro de metas; eso es lo que hace Toni para la gente olvidada. En cambio, el puente de cierto ministro estaría corroido en sus bases y estructura, por lo que le sugerimos que aproveche las cualidades y virtudes de Toni, para que se fortalezca y pueda realizarse como persona. Que deje ese egoísmo suyo y del sector al que pertenece, y se contagie de la dicha de toda la gente que ve en un puentecito construido por Toni, sus sueños hechos realidad.

Es hora de que el Gobierno reflexione.

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Marcelo Silva
Nueva York, EE.UU.

Leyendo las declaraciones del señor Arboleda (quien se ha vestido de Ministro de Energía) en las que cataloga como “llorones” a quienes apoyamos a Toni el Suizo, cabría decirle que para que dejemos de ser “llorones”, él primero debería dejar la adulación.

Y por si no se ha dado cuenta, el salario que recibe se lo pagan los ecuatorianos, y la chatarra de Petroecuador es de los ecuatorianos, no del Gobierno; así que mal hace en hablar de condiciones cuando el país mismo le dice que dé paso a las obras de un hombre con un corazón infinitamente grande; más que el de muchos de los “salvadores” del Ecuador.

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Jaime Cisneros Velásquez
Estados Unidos

Los puentes son para unir a los pueblos y no para desunirlos. Que el Gobierno nacional desista de poner letreros donde hay buena voluntad comunitaria, la cual no se compra con palabras sino con acciones.

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Dejemos que Toni el Suizo nos enseñe cómo se hacen obras cuando hay amor hacia los más necesitados; que se donen los materiales inservibles de Petroecuador sin condicionamiento alguno, estos bienes son de todos los ecuatorianos y no de unos pocos; que alguna vez se escuche la voz de los que dicen representar al pueblo del Ecuador.

José E. Estrada Guzmán
Guayaquil

Me desconsuela leer la noticia de que el señor Toni Ruttimann haya abandonado el Ecuador por la ineptitud de ciertos servidores públicos.

Le informo al Presidente de la República que nosotros, el pueblo, que apoyamos su gestión presidencial, consideramos que esto que le han hecho a dicho ciudadano suizo (ponerle trabas a su trabajo) no tiene nombre, por el daño que se ha causado a las personas que se beneficiaban de las obras (puentes) que levantaba el señor Ruttimann en nuestro país.

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Glen Otoya
Génova, Italia

Hay limitaciones humanas que son producto de circunstancias adversas al hombre, tales como: no acceso a la educación, no acceso al progreso, no acceso al desarrollo, pero que no condicionan su ilimitada capacidad de amar.

Pero hay limitaciones humanas marcadas en ciertos hombres, que habiendo tenido la oportunidad de ir a las aulas universitarias y desenvolverse en lugares donde están en contacto con el desarrollo, siguen en su accionar diario sin saber rescatar el noble sentido de amar y dar.

Con tristeza e indignación, leo y escucho la respuesta que se le dio a Toni el Suizo, cuando con su clara convicción humanística pidió chatarra para seguirla convirtiendo en puentes de progreso y unión.

A quien condicionó esa entrega de tubos viejos, resulta muy difícil hacerle entender la importancia del trabajo del señor Toni Ruttimann, quien se desenvuelve sin limitaciones en el mundo.

Es importante dejar asentado al gran hombre de procedencia suiza, que esa respuesta irreverente ante el sentido común, el desarrollo y sobre todo ante la gratitud, no es la respuesta de quienes hacemos el pueblo ecuatoriano; sino que simplemente responde a una circunstancia adversa de un país temporalmente guiado por seres de esa característica nefastamente limitada, y que bajo ninguna circunstancia representa ni expresa nuestra admiración y gratitud para quien trabaja en beneficio de los más desprotegidos.

No se necesita acudir a plasmar nombres de constructores, en letreros que recuerden su invalorable obra, porque esta obra ya está plasmada para siempre en el corazón de quienes lo conocemos (a Toni) a través de ella.

Emilia Moscoso de Moscoso
Machala