La falta de un acuerdo entre la Empresa de Telecomunicaciones, Alcantarillado y Agua Potable de Cuenca (Etapa) y Telecsa, la nueva operadora de telefonía celular, pone en riesgo la posibilidad de que los clientes de la última (cuyos productos se comercializan bajo la firma Alegro) puedan comunicarse a Cuenca.

La noche del lunes pasado, los directores ejecutivos de Etapa y el directorio de Telecsa no lograron suscribir un acuerdo de Red Compartida. Se trata del permiso de interconexión que Telecsa necesita para prestar sus servicios en ese cantón.

La compañía peruana pide a la operadora celular la firma de un acuerdo comercial para explotar y distribuir el servicio móvil.

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Es decir, Etapa desea instalar las radiobases, facturar, brindar el servicio y proporcionar números telefónicos, explicó Luis Recalde, presidente de Andinatel, uno de los socios de Telecsa.

El directorio de Andinatel no está de acuerdo con la propuesta de Etapa porque impedirá que Telecsa ofrezca el servicio en Cuenca y amplíe su cobertura.
Recalde enfatizó que la concesión para operar telefonía móvil fue asignada a Telecsa y no a Etapa.

“La actitud asumida por Etapa afecta a mis usuarios porque desde un Alegro no se podrá llamar a Cuenca”, sostuvo Peter Burrowes, presidente de Telecsa.