Pasado el mediodía del domingo 28 de enero de 1912, en Quito una turba fanática asesinó y arrastró por las calles de esa ciudad  al ex presidente de la República  y gestor del Ecuador moderno, general Eloy Alfaro Delgado.

Con el líder   del liberalismo ecuatoriano cayeron además  su hermano Medardo Alfaro, su sobrino Flavio Alfaro, el periodista Luciano Coral y los militares Manuel Serrano Renda y Ulpiano Páez.

El abominable acto constituyó el último y desesperado recurso de los resentidos políticos y  mentalidades retrógradas de la época  para poner fin a la titánica labor del Viejo Luchador, pues  solo así podían terminar con la  frontal defensa de la democracia y el permanente afán  por lograr  el desarrollo nacional en los más diversos campos.]

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Eloy Alfaro, el Montonero de Montecristi, el General de las Derrotas, el Garibaldi Americano,  nació en Montecristi, Manabí, el 25 junio de 1842. 

El escritor Alfredo Pareja Diezcanseco llamó  La Hoguera Bárbara al repudiable episodio, que es un estigma en las páginas de la historia patria, y que terminó  en el parque El Ejido después  de que la turba asaltó el panóptico, atacó a los presos, irrespetó sus cadáveres y los arrastró en macabro desfile.

Eloy Alfaro además de Jefe  Supremo a raíz del triunfo de la Revolución Liberal del 5 de junio de 1895, ejerció la presidencia constitucional por dos periodos: 1897-1901 y 1905-1911. Es una figura de la comunidad americana y tiene sitio de honor en la memoria de nuestros pueblos.